Hola a todos! Soy Sandra, hace unos 8 meses entré en contacto con la FCV para dar una mano con la traducción de contenidos para la página web, y poco antes de Navidad me propusieron incorporarme al proyecto “Through the Lens of the Other ” (TLO), liderado por la asociación griega Inter Alia junto con doce entidades más de toda Europa, entre las cuales la FCV, y con el soporte del programa Erasmus+. El proyecto pretende visibilizar y trabajar el concepto de interseccionalidad mediante diferentes actividades locales y estancias internacionales.

Yo me uní durante la segunda fase, en la creación de un cortometraje que mostrara una problemática sufrida por un grupo o minoría, que luego sería proyectado en Atenas, en el festival “Positively Different”, organizado por Inter Alia en el marco del proyecto. Hicimos el documental con un grupo de cuatro jóvenes que actualmente residen en un piso de la Fundació Mercè Fontanilles, y que llegaron a Europa siendo menores de edad y de manera irregular. Nos contaron sus historias y aspiraciones, y de ellas resultó un documental en forma de entrevista que explica una realidad dura desde la sinceridad y la ilusión.

En el momento de organizar el viaje a Atenas, yo fui una de las afortunadas, junto con Mercedes, Lorena, Ana María, y Anass, uno de los protagonistas del vídeo, pero tuvo que cancelar ya que estaba a la espera de unos trámites. Finalmente, salimos hacia Atenas la mañana del 12 de febrero y estuvimos allí hasta el 16. El festival era del 13 al 15, y las proyecciones se hacían sólo por la tarde-noche, así que pudimos disfrutar muchísimo de la ciudad durante el día.

Además, tuvimos mucha suerte con el tiempo y prácticamente sólo pisábamos el hostal para coger cosas y dormir. Uno de los días también había un par de reuniones sobre el proyecto TLO, pero estaban más focalizadas a los organizadores y los responsables, así que no participé.

En cuanto al festival, se proyectaron tanto cortometrajes amateurs -los presentados por los participantes del proyecto-, como profesionales – estudios de todo el mundo que respondieron a una convocatoria en una plataforma de creadores y promotores-. Las proyecciones se hacían por bloques: las primeras del día eran nuestras creaciones, y después las profesionales, también organizadas por bloques temáticos.

De cientos de películas enviadas, se proyectaron 44, seleccionadas por un comité antes del festival. Los cortos profesionales optaban a dos premios económicos, uno elegido por el público y el otro por un jurado. Muchos de los creadores asistieron también al teatro, y accedieron a responder preguntas y comentarios sobre sus cortos. También fue muy enriquecedor compartir con ellos actividades sociales que hacíamos fuera, como comidas o ” ir a tomar algo” al salir del cine.

Personalmente, esta experiencia fue aún más especial ya que cumplí 20 años el último día del festival, y lo pude celebrar con gente brillante y muy diversa que acababa de conocer. Quién me iba a decir que una directora de cine londinense me invitaría a una cerveza en un bar de Atenas para mi cumpleaños?

Un aspecto que me sorprendió muy gratamente es el respeto y las ganas de escuchar y aprender de todo el mundo. En ningún momento me hicieron sentir inferior o menos válida ni por ser de las más jóvenes, ni por no tener ninguna formación artística (soy más de ciencias de hecho), ni por no haber participado en ningún proyecto de este tipo; más bien lo contrario, todas las conversaciones eran entre iguales y siempre en salías habiendo aprendido algo nuevo. Incluso pudimos intercambiar ideas sobre el festival con los organizadores de cara a posibles ediciones futuras.

Supongo que como conclusión sólo me queda dar las gracias a todo el mundo que lo ha hecho posible, y recomendar esta experiencia o similar a cualquier persona que esté remotamente interesada en las diferentes realidades de las personas, tanto por el proyecto en sí como por el oportunidad de conocer y trabajar con gente tan diferente a ti.