La Fundació Catalunya Voluntària y Artixoc, con el apoyo de la red española de la Fundación Anna Lindh, realizan los talleres ‘Dale la espalda a la violencia’, en las aulas y el patio del instituto.

Los patios son el lugar donde los/las niños/as y adolescentes sueñan, juegan, crecen y descansan de sus clases. Pero en Barcelona, ​​el patio de un instituto de secundaria del distrito de Sants-Montjuic es también un lugar de experimentación, en el que los/las estudiantes han podido mejorar sus competencias de expresarse de manera no violenta y de escuchar activamente, mediante diferentes actividades.

Por otra parte, el aula se ha convertido en una obra de teatro, al crear espacios para poner en práctica herramientas pedagógicas basadas en la creatividad y la expresión, así como en los intereses, experiencias y capacidad de trabajo en equipo de los/las estudiantes.

La actividad se ha desarrollado entre los meses de febrero y mayo de 2021 en un centro de alta complejidad durante un total de 24 horas, permitiendo descubrir y reconocer aspectos relevantes de la comunicación, la interpretación, el conocimiento de uno mismo y de las propias emociones, palabras, gestos y sentimientos. El objetivo de la actividad ha consistido en desarrollar habilidades para expresarse de manera no violenta, escuchar activamente, comunicarse pacíficamente y prevenir y gestionar situaciones de conflicto. Esto ayudará a los participantes a disponer de más recursos para prevenir la violencia y luchar contra las diferentes formas de discriminación y de acoso escolar que tienen lugar dentro y fuera del aula.

«Lo interesante es que la iniciativa implica diferentes maneras de aprender, de comunicarse y diferentes competencias, no tanto conocimientos sino habilidades, que no son lo mismo. Hoy en día es posible aprender de una manera creativa. En su caso, aprender también implica, por ejemplo, saber hacer y recibir comentarios de manera no violenta, o tener iniciativa «, explica Lluc Martí, gestor de proyectos de la Fundació Catalunya Voluntaria, que se encarga de una parte del programa.

Los/las alumnos/as han realizado actividades en el patio para trabajar actitudes específicas. «Por ejemplo, la escucha activa, que era uno de los campos en el que los participantes tenían más problemas. Se colocaban en parejas y tenían que escuchar a su pareja con un porcentaje de escucha activa muy concreto (20, 50, 80 o 100%) siendo el objetivo del juego adivinar el porcentaje de escucha activa de su pareja «, ejemplifica Lluc.

Escenas que se convierten en un espejo de la violencia diaria

Con la pandemia del coronavirus, ha habido un aumento de las actitudes violentas de una parte de los estudiantes. Cada vez hay más niños y niñas víctimas de odio, de acoso físico y en línea y de violencia, según un nuevo informe de las Naciones Unidas, según el cual la violencia tiene lugar en los hogares: según los expertos, durante la pandemia, con las escuelas cerradas para controlar el coronavirus. al no tener acceso a redes de apoyo, como educadores y amigos, algunos niños/as quedan atrapados en hogares abusivos sin ningún lugar donde acudir para pedir ayuda; así como en las escuelas: los patios se han convertido en una de las principales fuentes de violencia entre los estudiantes.

«Nos dimos cuenta con algunos profesores de secundaria que en el patio había más violencia de lo habitual. El hecho de que los estudiantes tuvieran que estar siempre en burbujas no fue bueno en su vida cotidiana», explica `Àgia Luna, directora de ‘Artixoc y responsable de la parte teatral de la actividad. Artixoc es una entidad no gubernamental de Barcelona que utiliza el arte como herramienta de educación y transformación social.

La actividad está diseñada como antídoto para prevenir y combatir la violencia entre los estudiantes y para sensibilizarlos sobre sus propias capacidades. El objetivo es que las escenas que crean los alumnos se conviertan en un espejo de la violencia que experimentan. «La escena teatral que registraron los estudiantes de 4º de ESO (de 15 a 16 años) trataba sobre la violencia diaria que viven, los abusos en las redes sociales, en el patio o incluso fuera de la escuela», afirma Luna.

Los estudiantes filman las escenas que crean con sus teléfonos y seleccionarán y traducirán las mejores. «Con esta actividad, los estudiantes también aprenden a actuar, hablando en público sin ser demasiado tímidos, la inteligencia emocional … les ayuda a crecer», añade Luna.

Una perspectiva internacional

Una vez finalizada la actividad, los resultados de la iniciativa se presentarán en Bélgica y Marruecos. Los talleres forman parte de la iniciativa de la red española de la FAL (Instituto Europeo del Mediterráneo) titulada ‘Educar en la ciudadanía’, cuyo objetivo es fomentar la diversidad. La iniciativa cuenta con la colaboración de la entidad Mediterranean Editors and Translators, que editará el dossier pedagógico digital con las lecciones aprendidas de los talleres y traducirá los vídeos a diferentes lenguas, colaborando en la difusión de la actividad. Los talleres forman parte de un intercambio de experiencias y prácticas con otras iniciativas similares que tienen lugar en Bélgica y Marruecos. Sus resultados se presentarán en un evento internacional en Safi (Marruecos) en junio de 2021, en el que se mostrarán los vídeos y las representaciones realizadas por los estudiantes, animando a otros centros educativos y organizaciones juveniles a llevar a cabo la actividad.

«Actuar es mucho más real que la vida»

El poeta y dramaturgo Oscar Wilde decía: «Me encanta actuar. Es mucho más real que la vida «. El teatro nos permite crear otros mundos, pero también puede convertirse en una radiografía precisa de nuestro propio mundo. La serie de talleres que han formado parte de la actividad ‘ Dale la espalda a la violencia’ ha ayudado a los/las estudiantes a utilizar su imaginación, pero también a reflexionar sobre su vida y sus acciones para convertirse en ciudadanos activos capaces de mejorar el mundo que les rodea.

Laura Andrés Tallardà