En el marco del proyecto europeo Our Story – Storytelling for LGBTQIA+ Community Wellbeing, la organización Osservatorio di Genere llevó a cabo dos eventos locales en Italia: el primero en la pequeña localidad de Monte San Giusto y el segundo en la ciudad de Ancona. Ambos encuentros exploraron el storytelling como herramienta para la visibilidad LGBTQIA+, el bienestar emocional y la construcción comunitaria, utilizando enfoques distintos adaptados a los públicos presentes.
La primera actividad, celebrada el 30 de mayo en Monte San Giusto, reunió a jóvenes de asociaciones locales, artistas y activistas LGBTQIA+ en un taller creativo inspirado en la formación internacional en España. Las personas participantes crearon un zine colectivo a través de dibujos, collages y textos personales, reflexionando sobre temas como el proceso de salir del armario, la vida en zonas rurales y la necesidad de espacios seguros estables.
Una persona participante compartió: “Este taller de zine es precioso y fácil de replicar. Sin duda lo usaré con los niños de mi escuela.”
La mañana también incluyó momentos de narración libre y diálogo intergeneracional, con énfasis en las experiencias compartidas y las perspectivas desde lo local. El ambiente fue cálido, participativo y rico en creatividad.
El segundo encuentro, celebrado el 12 de junio en Ancona, tuvo un tono más íntimo. Acogido por Arcigay Comunitas, contó con la presencia de personas migrantes y participantes menos familiarizadas con el activismo LGBTQIA+. Para respetar diferentes niveles de comodidad y visibilidad, no se impusieron dinámicas estructuradas, y en su lugar se propuso un sencillo juego cooperativo de palabras para fomentar la conexión sin presión.
Una participante dijo: “Aunque al principio era un poco tímida, el juego de palabras me ayudó a abrirme y conectar con personas que no conocía. Fue bonito sentirme parte de algo.”
No hubo actividades obligatorias ni expectativas de intervención. El evento ofreció un espacio para la presencia tranquila, los intercambios no verbales y la escucha respetuosa. Para algunas personas, fue la primera vez que pudieron compartir sin miedo al juicio: “Nunca había participado en una actividad donde pudiera contar mi historia sin sentirme juzgada. Me hizo muy bien escuchar otras historias y compartir la mía.”
A pesar de las diferencias entre ambos encuentros, ambos reafirmaron el valor del storytelling como herramienta de empoderamiento e inclusión. Ya sea a través de zines colaborativos o juegos de lenguaje sencillos, el enfoque se mantuvo en crear espacios accesibles y seguros donde las historias pudieran surgir de forma natural, al ritmo de cada persona.
Our Story continúa — en dibujos, palabras compartidas y conexiones silenciosas que nos recuerdan que no estamos solas en el camino.






