El mayor programa educativo europeo ha cruzado oficialmente el ecuador y lo ha hecho con gran impacto, con 17 millones de euros para 55 proyectos que unirán a jóvenes de tres continentes. Erasmus+ ya está activo en Botsuana y Zambia, creando una experiencia única de aprendizaje mutuo entre organizaciones que antes ni siquiera conocían la existencia unas de otras.
Esta ampliación ha sido posible gracias a la iniciativa Africa-Europe Youth Academy, financiada en el marco del programa Global Gateway. Por primera vez en la historia de Erasmus+, las organizaciones de países del África subsahariana han obtenido acceso a la financiación, lo que les permite convertirse en socios de pleno derecho de sus colegas europeos en la creación de soluciones educativas para la juventud.
Mientras algunos proyectos enseñan a los jóvenes africanos emprendimiento verde, otros ayudan a las organizaciones europeas a comprender la especificidad de trabajar con la juventud en contextos donde el acceso a la tecnología sigue siendo un privilegio y no una realidad garantizada. Este intercambio de experiencias ha resultado sumamente valioso para ambas partes, ya que los expertos europeos descubren soluciones creativas desarrolladas por organizaciones juveniles con recursos limitados, mientras que los socios africanos obtienen acceso a metodologías y buenas prácticas de la educación no formal.
Además de las regiones tradicionales de cooperación como los Balcanes Occidentales, los países de la Asociación Oriental y el Mediterráneo Sur, el programa ahora también abarca Nigeria, Lesoto, Costa de Marfil, Tanzania y otros. Cada uno de estos países aporta un contexto y unos retos únicos que enriquecen la experiencia global del programa.
Los proyectos más simbólicos abordan los temas más urgentes de nuestro tiempo.
Uno de los proyectos se centra en desarrollar enfoques innovadores a través del arte para combatir el ciberacoso, el acoso escolar y el discurso de odio entre jóvenes en Albania, Serbia y Bosnia y Herzegovina. Este proyecto demuestra cómo los métodos creativos pueden convertirse en una herramienta eficaz para afrontar problemas sociales complejos.
La lucha contra la desinformación en Ucrania, Georgia y Armenia cobra especial importancia en el contexto de las guerras de información libradas contra estos países. Un proyecto sobre alfabetización mediática y comportamiento responsable en internet está creando nuevas metodologías de trabajo juvenil para contrarrestar los contenidos manipulativos en los medios. Esto resulta especialmente relevante para Ucrania, donde la lucha contra la propaganda rusa se ha convertido en parte de la seguridad nacional.
El desarrollo de competencias digitales en Tanzania se lleva a cabo en el marco de un proyecto más amplio de emprendimiento verde que también incluye a Nigeria, Lesoto, Costa de Marfil, Zambia y Botsuana. El objetivo es preparar a los jóvenes africanos para el liderazgo en el ámbito del desarrollo sostenible y el emprendimiento ecológico mediante la cooperación entre organizaciones juveniles, instituciones educativas y responsables políticos tanto en la UE como en países africanos.
La protección de los derechos de las mujeres en Marruecos, Egipto y Líbano se lleva a cabo a través del desarrollo de metodologías para organizaciones de educación no formal en el ámbito de los derechos humanos, con especial atención a los derechos de las mujeres y a la superación de la desigualdad de género.
Cada proyecto responde a los retos específicos de su país utilizando la experiencia y los recursos europeos, pero adaptándolos a las realidades locales. La educación construye puentes donde antes solo había fronteras, creando una nueva realidad de asociación internacional en la que la distancia geográfica deja de ser un obstáculo para el intercambio de conocimientos y experiencias.
