Ayoub, Julia y Marta fuimos seleccionados para participar en el proyecto “Innovative Approaches on a Refugees Education”, en Sanliurfa.

La experiencia de haber participado en este proyecto nos ha ofrecido la oportunidad de explorar un mundo muy diferente y sumergirnos en la complejidad de un conflicto que está afectando a muchas personas.

A menudo se nos presentan prejuicios de la situación actual de Turquía: los refugiados, la seguridad, las condiciones de vida… Poder verlo todo desde primera vista nos ha permitido tener una visión más crítica de los medios de comunicación y por lo tanto, replantearnos nuestras ideas preconcebidas.

La información que llega a Europa sobre la guerra en Siria está seleccionada y retocada, por tanto, a menudo no tenemos una perspectiva global del problema.

Durante la visita estudio, hemos podido conocer de primera mano los desafíos que los refugiados deben afrontar cuando llegan a Turquía: restricciones de trabajo, dificultad de circulación interna, déficit de ayuda para acceder a la educación o discriminación social.

Hemos podido escuchar historias de refugiados que después de vivir siete años (inicio de la guerra) a Sanliurfa, han

 podido encontrar su lugar en la ciudad. Pero también, al otro lado de la moneda, hay personas que no pueden trabajar ni estudiar porque aún no están reconocidos como “refugiados”, sólo como en situación de asilo y tienen dificultades para poder sustentar a sus familias.

Nosotros hemos vuelto con una sensación de impotencia. Nos hemos dado cuenta de que entre los Países de Europa, España es uno de los que hace menos para poder ayudar a los refugiados de la guerra de Siria. España se comprometió a acoger 17.387 refugiados en 2015, y después de dos años, sólo han llegado 1.212. Nos ha tocado mucho el corazón ver que hoy en día, en el siglo XXI, todavía hay niños que no pueden disfrutar de sus derechos. Por lo tanto, nos gustaría continuar alentando a todos a aportar nuevas oportunidades para abrir caminos a personas que vienen huyendo de una guerra.

Marta