Es difícil explicar mi experiencia personal en Bytów. Llegué en Polonia el primer día de Octubre, y desde entonces, no me he parado de sorprender. Bytów, es una villa en el norte de Polonia, casi en la costa del Báltico, y en dos horas de la famosa ciudad conocida como Trójmiasto – Gdansk-Sopot-Gdynia (Triple-ciudad).
Bytów, es una población de unos dieciséis mil habitantes situada en la zona independiente conocida como Kashubia. Esta zona de Polonia se caracteriza por tener su propia lengua, su propia identidad, su cultura y sus propias costumbres. Hablan el Kashubi, tienen unas costumbres poco actuales, ya que ellos mismos se consideran la comunidad más católica, tradicional y conservadora de Polonia.
No podría encontrar dos palabras más adecuadas para definir mi situación personal actualmente, como son, resiliencia y soledad.
Resiliencia: vivo en un país poco acostumbrado a la inmigración, y por este motivo, poco abierto a la diversidad. Desde que estoy aquí, he intentado de manera apacible y emotiva ser positivo e intentar sacar aquel optimismo que llevamos encima y del que a veces no somos conscientes para poder disfrutar al máximo de esta gran experiencia. Ante la crudeza de un otoño y un invierno que no son nada agradables, me he puesto a prueba en una sociedad cerrada, muy religiosa y poca abierta.
Soledad: soy el único voluntario de este pueblo. Hacer amigos no ha sido fácil, aunque ahora tengo cuatro y estamos muy unidos. Desde el principio hasta mediados de enero fue duro, pero a la vez positivo. Vivir solo y no poder tener a nadie con quien comunicarte no es fácil pero, al estar solo, adquieres conocimientos y experiencias que quizás nunca hubieras pensado poder experimentar. Más allá de todo, esta experiencia me ha ayudado a ser fuerte y, por encima de todo, a valorarme y a respetarme.
Durante este tiempo mi tarea ha sido la siguiente:
- En esta pequeña ciudad, llena de un gran legado histórico, hay un castillo Teutónico. Pues bien, he trabajado en la Oficina de Información Turística traduciendo los libros y trípticos informativos del inglés al castellano y al catalán;
- Por otra parte, he llevado a cabo un proyecto creado por mí, sobre el conocimiento de la culturaeEspañola y catalana. Enseño lengua castellana y una vez cada quince días hago talleres sobre literatura, tanto Castellana como Catalana;
- Actualmente, empezaré con los cursos de cocina Mediterránea.
Estas actividades han sido muy bien acogidas y aceptadas por el pueblo. Estoy muy contento por haber podido tener la oportunidad de enseñar mi cultura y de poder abrirlos a nuevas mentalidades y formas de entender las cosas.
Considero que esta experiencia tiene un gran trasfondo muy positivo y nos enseña en todo momento. Nos pone a prueba emocionalmente y, a la vez, enseña algo muy importante: caminar solo es positivo, siempre y cuando se tenga confianza en uno mismo.
En Octubre hará un año que estaré aquí y que, si todo va bien, daré por terminada esta etapa que día tras día me está enseñando muchas cosas hasta ahora desconocidas para mí.
Antes de terminar, pero, me gustaría poder dar un gran consejo a aquellas personas que quieran formar parte de este voluntariado. Es un proyecto no apto para todas las personalidades ni para todas las edades. Lo recomiendo profundamente, pero, y de algo estoy completamente seguro: cuando se acaba se vuelve a casa completamente diferente y renovado.
Marcel.