Dejar atrás un país al cual estás acostumbrada, dejar atrás todos los lugares, las caras y los olores conocidos para irse y conocer otros diferentes, completamente lejanos y extranjeros para mí es algo que algunas personas considerarán valiente, otras inútil y otras una locura. noticia-aleksandra-2Mis amigos pensaban lo primero, y me dijeron adiós con muchas palabras y emociones positivas. En cambio, mi abuela pensaba lo segundo y se despidió con las siguientes palabras: “¿Porqué te vas a España 9 meses? ¡Tu hogar y tus raíces están aquí!”

Para mí esta es una oportunidad para viajar, para aprender de culturas diferentes y para hacer lo que amo, pero también para crecer y desarrollarme a nivel personal, psicológico y emocional. noticia-aleksandra-5Así que hice mi maleta y dejé el aeropuerto lluvioso de Belgrado (para quienes nunca han oído hablar de esta pequeña y encantadora ciudad,  está en Europa del Este, en los Balcanes y es la capital de Serbia) para irme y familiarizarme mejor con uno de mis sitios favoritos de Europa: Barcelona.

Mi segunda ‘primera impresión’ de Barcelona (después de 10 años) fue el aeropuerto del Prat y las largas filas con solo tres personas trabajando en el control de los pasaportes, haciéndome estar una hora y media esperando en el aeropuerto. Mis primeros pensamientos, luego confirmados por varias personas que he conocido en mi primera semana, fueron que en España todo funciona muy, muy lentamente: los restaurantes, los servicios públicos, para todo se necesita el doble de tiempo, lo que, considerando que vengo de un país en el que todo se hace lo más lentamente posible, no es cualquier cosa. noticia-aleksandra-3

En la primera semana he escuchado una de las más bonitas explicaciones de este fenómeno (por así decirlo): “Los españoles hacen todo lentamente, pero lo hacen bien”, declaración que todavía está por confirmarse (llevo solo una semana en Barcelona, al fin de cuentas), pero, por lo visto hasta ahora, me parece muy cierta.

La primera semana aquí ha resultado ser desafiante, bonita, inspiradora y abrumadora. Desde la búsqueda del piso, la comprensión de la manera en que funciona el transporte local, noticia-aleksandra-1la comprensión de los conceptos básicos de mi voluntariado, las reglas de la FCV y las oportunidades que tengo en esta organización como voluntaria; perdiéndome en la ciudad, viendo las exhibiciones de arte y participando en la diada nacional de Cataluña, probando las famosas tapas y montaditos por primera vez, etc. basta con decir que esta primera semana ha sido muy intensa.

Estoy agradecida de que la gente de Barcelona sea muy acogedora y dispuesta a ayudar, y abrumada por su amabilidad y generosidad. De hecho, han sido muchos los momentos durante esta primera semana en los que he tenido que parar y mirar a mí alrededor para valorar toda la belleza y la vida. Es una sensación real y surreal al mismo tiempo. La gente que he conocido aquí me inspira con sus historias, actitudes, experiencias y maneras de pensar y me siento como que esto va ser uno de estos viajes que te cambian la vida, de aquellos que no puedes reconocer tu antiguo yo. ¿Será cierta mi intuición? Solo hay una manera de saberlo: hola Barcelona, gracias por darme esta oportunidad!

 Aleksandra Stojanovic