El 9 de diciembre de 2015 el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó por unanimidad  la primera resolución de NNUU dedicada a la juventud, la paz y la seguridad en el mundo, lo que supone un reconocimiento histórico del papel de las personas jóvenes en la construcción de la paz. Dicha resolución, de obligado cumplimiento para todos los estados miembros de las Naciones Unidas, es el resultado de años de trabajo de varias organizaciones de la sociedad civil, personas e instituciones comprometidas con la participación activa de los jóvenes y con la promoción activa de la paz y los derechos humanos desde una perspectiva global.

El texto reconoce que las personas jóvenes son las víctimas y no las causantes de los conflictos armados, también en su condición de refugiados y desplazados internos y declara que las personas jóvenes pueden desempeñar un papel muy importante en la prevención y solución de conflictos y que son agentes clave para asegurar la sostenibilidad, la inclusión y el éxito de cualquier esfuerzo por el mantenimiento y consolidación de la paz en el mundo.

29357165783_c12fb83e09_oLa resolución no se limita a declarar que su participación en los procesos de paz puede contribuir significativamente al mantenimiento y la promoción de la paz y la seguridad internacionales, sino, también, remarca la importancia que tiene identificar y tratar los impactos sociales, económicos, políticos, culturales y religiosos que tiene la exclusión, la intolerancia y la violencia extremista, como generadores del terrorismo y los conflictos armados, remarcando la necesidad de proteger a la juventud en situaciones de conflicto y post conflicto. Según el texto, la protección de los civiles en los conflictos armados es un aspecto importante de cualquier estrategia global para resolver los conflictos y construir la paz.

Las NNUU, comprometidas en la promoción de la Cultura de paz y en el reconocimiento y protección de los derechos humanos, entienden la paz no como la ausencia de guerra sino como la creación de las condiciones para una paz duradera y sostenible y, por ello, la resolución enumera a la violencia estructural y a las discriminaciones como causas de la guerra, mostrando con ello un ejemplo de porqué la resolución es aplicable y necesaria en todo el mundo y no sólo en los (aproximadamente 70) países donde ahora mismo existe una guerra o conflicto armado. El texto afirma que la población juvenil puede contribuir a la paz duradera y la prosperidad económica si las políticas inclusivas están en su lugar y alienta a los Estados Miembros a considerar un enfoque común para un desarrollo inclusivo, como elemento clave para la prevención de conflictos.

La resolución enfoca la cuestión desde 5 perspectivas: Participación; Protección; Prevención; Reconciliación y Reinserción y Construcción de asociaciones y no se dirige exclusivamente a las instituciones públicas gubernamentales, sino también a todas las personas e instituciones que, en función del contexto, han de favorecer la participación activa de las personas jóvenes en la creación de entidades y plataformas que les permitan defender sus intereses, expresarse y actuar, también en la construcción de una paz duradera en sus comunidades.

29985165555_3ae51b7def_oLa puesta en práctica de la resolución ha de servir para hacer posible y reforzar el apoyo institucional a la participación de personas jóvenes en los espacios públicos, en los mecanismos, procesos, organizaciones e instituciones que defienden y representan sus intereses; así mismo, ha de suponer un mayor respaldo institucional a las diferentes organizaciones, redes y estructuras que hacen posible que las personas jóvenes puedan participar activamente en los procesos de debate, reflexión, consulta y decisión y, en función de cada contexto, insistimos, ha de favorecer la creación de nuevas entidades e iniciativas juveniles. Pueden acceder al texto oficial de la resolución, en inglés, en este enlace.

La resolución ha sido el resultado de los esfuerzos de muchas organizaciones y personas y supone un éxito histórico para UNOY – United Network of Young Peacebuilders, entidad que ha contado con el apoyo de otras organizaciones internacionales, tales como “World Vision Youth“, “Search for Common Ground” o “Global Network of Women Peacebuilders“, de otras agencias de las NNUU, de organismos multilaterales y de estados, como el Reino de Jordania, anfitrión del Foro Global Juvenil sobre Paz y  Seguridad (celebrado en Amman, en agosto de 2015) y miembro del Consejo de Seguridad de NNUU que propuso dicha resolución.

La FCV se enorgullece de haber sido la única entidad de Cataluña (y de España) que ha formado parte de este proceso: concretamente, Meghann Villanueva, ex-responsable del programa “Clam per la Pau” y Romeral Ortiz, ex colaboradora de la FCV, han formado parte del equipo de incidencia de UNOY, participado en las misiones ante las NNUU, así como en el foro global de Jordania, aportando con ello nuestro grano de arena a alcanzar éste logro histórico y de alcance global para la actual y futuras generaciones de jóvenes.