Es difícil resumir en unas cuantas líneas lo que Asha Centre nos dio durante nuestra estancia en sus bellos parajes.

Entre tulipanes y buenos amigos, aprendimos el significado de ser voluntario, de ayudar desinteresadamente, de creer en un mundo mejor; y de hacer algo al respecto.

Cada uno de los miembros de la comunidad, nos abrió sus brazos y nos mostró su mejor sonrisa. Hubo momentos de debate, de clases teóricas y de análisis; pero también los hubo de risas, de compartir, de bailes en la cocina; y de noches alrededor de una hoguera soñando al son de la guitarra. Una semana inolvidable en la que unas cuantas personas, nos hicieron recordar el valor de uno mismo. Gracias a todos los que lo han hecho posible.

Verónica y Said.