Hola, soy Julia, de Alemania, y acabo de hacer mis prácticas Erasmus+ en la FCV. En 2016 ya viví en Barcelona durante un año, cuando hice mi máster en antropología y, desde entonces, siempre quise volver. Las prácticas con la FCV han sido la oportunidad perfecta para reconectar con la ciudad y ganar experiencia profesional en el campo en el que me gustaría trabajar.

Mis prácticas sólo duraron dos meses, ¡pero la lista de cosas que he hecho y aprendido durante este tiempo es larga! El primer día, me pidieron asistir a una reunión de representantes de entidades miembros de la red española de la Fundación Anna Lindh, lo que fue bastante emocionante para comenzar—y un sutil recordatorio de que realmente debería tomar algunas clases de catalán pronto. En la segunda semana, mi coordinador, Lluc, me preguntó si quería participar en un curso de formación internacional en Croacia, ya que todavía quedaba una plaza libre. ¡Por supuesto que quería! Así,  en la tercera semana ya estaba saliendo de Barcelona de nuevo para unirme a jóvenes constructores de paz de toda Europa en una semana de formación intensa dedicada a la educación no formal. Volví muy motivada e inspirada y empecé a planear una actividad de aprendizaje no formal por mi cuenta: un taller para crear conciencia sobre los estereotipos, que llevaré a cabo pronto.

La gran tarea de mi segundo mes fue escribir una solicitud para la Comisión Europea, para realizar un nuevo proyecto de la FCV que tiene como objetivo empoderar a los/los jóvenes refugiados e inmigrantes que viven en Barcelona y en otras ciudades europeas a través de su participación en programas de voluntariado activo. He asumido una gran responsabilidad en el  proceso de preparar la documentación, lo que realmente aprecié, a pesar de que ello implicó más horas de las previstas, también por la cercanía del plazo. Pero lo mejor de todo: si el proyecto se aprueba (lo cual no es nada fácil), incluso podría tener un trabajo en la FCV.

Aparte de eso, he estado involucrada en algunos de los muchos proyectos que la FCV está llevando a cabo, como, por ejemplo, uno que trata sobre la Resolución 2250/2015 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Juventud, Paz y Seguridad.

Estos dos meses, he tenido la oportunidad de aprender mucho sobre la cultura de paz, el aprendizaje no formal e intercultural, las políticas de juventud, la forma en que funciona una ONG y las redes de diferentes organizaciones y actores en el campo del trabajo juvenil y la construcción de la paz.

Las prácticas han superado mis expectativas, gracias al equipo de la FCV. Y, por cierto! nunca me pidieron que hiciera café porque no hay cafetera en la oficina 🙂

Julia