Hola, soy Jade, voluntaria francesa de la Fundació Catalunya Voluntaria. Durante 10 meses ayudé a la FCV a promover la movilidad internacional para los jóvenes catalanes, creando contenidos digitales, materiales promocionales y organizando talleres. Hoy es mi último día en la oficina de la FCV.
La primera razón por la que quise hacer un SVE fue irme al extranjero experimentando otro país. Pero también para demostrarme que era lo suficientemente valiente y fuerte abandonando mi zona de confort.
Llevo 291 días en Barcelona. 291 días no cuentan nada en una vida humana. Pero para mí tienen un fuerte significado: emociones, encuentros, aventuras y desafíos. Mis tareas me enseñaron mucho sobre las ONG, proyectos europeos, movilidad de jóvenes y desarrollé mis habilidades profesionales y de idiomas. Sin embargo mi EVS, por encima de todo, abrió mi mente.
Me di cuenta de que Europa no es solo Francia, Alemania e Inglaterra. Es mucho más que esto. Conocí a mucha gente interesante y divertida durante el on-arrival y mid-term, de países en los que antes no estaba interesada. Ahora, tengo amigos repartidos por todas partes y estoy muy emocionada de poderlos visitarlos descubriendo su hogar y su cultura.
También aprendí sobre mí misma. Soy capaz de hacer cosas cuando realmente quiero y soy más hábil de lo que pensaba. Por ejemplo, he podido proponer ideas útiles al equipo, las he realizado y las he logrado por mi cuenta.
No solo lo pasé bien en Barcelona. De hecho, también me sentí muy deprimida, echando de menos mi casa o ansiosa por muchas razones. Aunque nunca me rendí. Ahora sé que pedir ayuda no significa que sea débil, pues me ayuda a mejorar. También aprendí sobre mis límites, especialmente sobre mi ansiedad y, por cierto, me siento más fuerte.
Hay muchas razones por las que disfruté de mi SVE y creo que es una hermosa oportunidad de la que todos los jóvenes deberían beneficiar. Finalmente, si quieres saber más sobre esto, mi mejor consejo sería: atrévete y verás por ti mismo 😉
¡Gracias FCV! <3