Desde el 14 al 22 mayo se realizó la tercera parte del proyecto Peace Building Competence Framework for Non Formal Education in Europe: el curso de formación “Action Lab –Creativity and Innovation in Peacebuilding”, enfocado en la resolución de los conflictos y la construcción de la paz a través del arte. En él se convocaron a jóvenes representantes de distintos países de Europa con la finalidad de adquirir herramientas creativas para el desarrollo y resolución de problemas generados tanto en la vida cotidiana, como en otros ámbitos más generales dentro de la sociedad.

Entre los participantes de Cataluña, fuimos Lluc Martí y yo como representantes de la Fundación Cataluña Voluntaria. El curso consistió en 7 días de enseñanza, tanto teórica como práctica, dónde aprendimos desde cómo se origina un conflicto, cómo manejarlo y cuáles son sus componentes, hasta el desarrollo de nuestras propias ideas creativas por medio del talento de cada uno.

Todas estas actividades fueron realizadas en el Hotel Dabi en la ciudad de Krusevac, Serbia; un pueblo pintoresco rodeado de montañas a tres horas en bus de la capital, Belgrado.

Parte de la formación consistió en poner en práctica nuevas ideas y alternativas artísticas para transmitir un mensaje determinado, orientado a la construcción de la paz, a través de la formación de grupos de trabajo. El método que usamos fue la presentación de mini obras de teatro creadas a lo largo del día y presentadas en el teatro de la ciudad.

En este proceso de aprendizaje y de toma de decisiones, pusimos en práctica todo lo teórico que nos habían enseñado previamente, para luego finalizar con una reflexión grupal de todo lo que habíamos experimentado. En ese momento, nos dimos cuenta claramente cómo resolver conflictos de forma sana y que, para llegar a la paz, la comunicación y el respeto son herramientas muy importantes para resolver cualquier situación incómoda.

El buen ambiente en el que vivimos toda esta experiencia, fue incrementando de comodidad y familiaridad con el tiempo, ya que, al compartir tantas enseñanzas juntos durante casi todo el día, formamos lazos de amistad, reafirmando que todos somos iguales y que podemos llevarnos bien, pese a cualquier problema que estemos pasando como personas o como nación.

Finalmente, la confianza y todo lo aprendido fueron una combinación ideal para cerrar el curso, con la creación de proyectos artísticos reales, presentados por todos los participantes, utilizando temas como la discriminación racial y contra el colectivo LGTB, el bullying/acoso escolar, la xenofobia o la violencia de género.

Todos los trabajos fueron presentados en la sala principal donde se realizó el curso y algunos de los proyectos pueden ser vistos ya a través de las redes sociales. Para conocer un poco más de lo que fue el proyecto, pueden ingresar a la página en Facebook.

Gracias a este curso me quedó claro que vivir con una actitud abierta a las nuevas experiencias y relaciones fue clave para el éxito del proyecto, además de sus dedicados formadores. El mensaje final que me llevo es que la solución de todo está en nosotros y que cada uno es el encargado de poner su granito de arena en hacer de este mundo, un mundo mejor y más pacífico.

Fiorella Lertora