¿Alguna vez has sentido el flow?

¿Una conexión especial con una persona nada más conocerla?

¿Quizás no has parado reír durante un buen rato y no sabías por qué (¡sin hacer trampas!)?

¿o tomaste acción sin pensarlo dejando te llevar por tu instinto?

Voy a contextualizar un poco, (¡Que nadie se duerma!) El ser humano ha tenido el juego muy presente en su evolución y ha sido uno de los pilares. A través del juego aprendemos, socializamos y expandimos nuestros límites. Es evidente que la sociedad actual el sistema patriarcal reprime desde bien pequeños a los niños desde todos sus tentáculos: familia, educación, política… nos hicieron obedecer a un señor o señora que se suponía que nos iba enseñar algo porque presuponen que estamos vacíos y por lo tanto, hay que rellenarnos de conocimientos y jugar lo menos posible porque es perder el tiempo.

Cuando en realidad es el verdadero juego, el juego libre el que nos hace conectar con nuestra esencia, nos ayuda a desarrollar nuestro potencial y nos hace sentir libres, a través del juego podemos ver todas las posibilidades y empoderarnos para conseguir todo lo que nos propongamos. Como adultos considero que todos esos niños que dejaron de jugar libremente vuelvan ese juego de una forma más madura.

En los talleres, Let’s Move the Laught! creamos un espacio laboratorio de expresión del cuerpo donde conectamos la espontaneidad y el momento presente para conectar con nuestra esencia y desarrollar nuestro verdadero potencial.

Lo que me ha llevado a preparar estos talleres en la FCV han sido las ganas de compartir un método que personalmente me ha ayudado en mi desarrollo personal y creo que es algo que toda aquella persona que tenga curiosidad debería de probar por sí misma para ver los claros beneficios a corto y largo plazo, si se hacen de forma continuada. El poder llevar estas técnicas al mayor número de personas es una de las motivaciones que más presentes he tenido en los últimos meses, por lo que si la FCV quiere,  realizaré una segunda edición de los talleres.

He ganado experiencia llevando a grupos de todas las edades, a disfrutar de la oportunidad de poder realizar los talleres, incluso el día que no pudo venir nadie. Ése día me di cuenta que dirigir dinámicas de desarrollo personal es algo en lo que quiero profundizar. El solo hecho de saber que estoy en el camino de algo que me hace sentir en el flow, en el juego.

Me ha encantado ver a gente moviéndose con espontaneidad, con dicha y disfrute. A verlosreírse de lo absurdo, de lo tontos que somos y ver como el juicio va desapareciendo poco a poco para entrar en un estado de sinceridad y autenticidad.

Me siento agradecido, Gracias por la oportunidad!

Alberto Jiménez Díaz