Hoy hace exactamente dos semanas que empaqué mis cosas y comencé una nueva vida en la soleada Barcelona.
¿Cuáles son mis impresiones de la ciudad, de las obras maestras de Gaudí, del viento cálido del mar y de ser voluntaria en la FCV?
En el momento de dejar mi trabajo en Moscú y convertirme en voluntaria traté de no ponerme demasiadas expectativas. Si alguna vez has cambiado de trabajo, sabes que lo primero es volver a ser estudiante; leer, estudiar, absorber, para, así, construir la base sobre la que trabajar, a partir de toda la información nueva. Estudias la historia de los proyectos y te unes a la cultura organizativa y a la vida en la oficina. Durante este período, cada día está lleno de información nueva y los días pasan volando al doble (o triple) de velocidad. Ni el castellano ni el catalán son mis idiomas nativos.
A esa velocidad es muy importante no cansarse, darse tiempo para poner la información en la cabeza en el orden correcto y captar todos los detalles y significados importantes. Hace mucho tiempo que no leo tantos memorandos, descripciones de proyectos y resultados. Puse en mi cabeza las actividades de FCV, sus objetivos prioritarios, conceptos y términos nuevos. Dado que la actividad principal de FCV está relacionada con el aprendizaje, comenzar con entender el tipo de aprendizaje que la FCV ofrece era el paso más lógico. Puedo decir que me gusta absorber esta experiencia creada y acumulada por mis colegas.
Es imposible no mencionar al equipo. Todos los días me inspiran, al tratarse de un grupo de personas diverso, erudito, experimentado. Me asombra cuánto pueden hacer y cuánta energía tienen. Trabajar con ellos es una motivación increíble para hacer aquellas cosas que me hagan mejor como persona. Con su ejemplo, ¡creo con todo mi corazón que el mar puede llegar hasta las rodillas! Los resultados de cada proyecto resuenan internamente, generan nuevas ideas y sugerencia y te hacen avanzar en el deseo de brindar ayuda la organización.
Quiero señalar que el voluntariado está indisolublemente ligado a la vida de la sociedad, con sus objetivos y orientaciones, con la vida de la ciudad y su ritmo. Es un análisis continuo de metas, problemas y resultados. ¿Qué es lo importante? ¿Qué busca la sociedad civil catalana? ¿Dónde se necesita más ayuda? Por ello, considero que conocer Barcelona y sus habitantes es una parte esencial de inmersión en mis tareas como voluntaria.
Empecé a conocer la ciudad de la mejor manera posible: participando en el Maratón de Barcelona. Si me gusta explorar la ciudad con una carrera matutina, aquí tuve la suerte de ver casi toda la ciudad en su versión más dinámica haciendo todo el recorrido de la maratón, para mí una fiesta tan importante o más que mi cumpleaños, y también una oportunidad para conocer a los lugareños, ver cómo toda la ciudad sale a apoyar a los corredores y forma parte de este evento. Ví una Barcelona colorida, brillante, magnética, como un río humano de miles de personas, alegres, fuertes e impetuosas. Pude correr por el corazón mismo de la ciudad, impulsada por el rugido del apoyo de la gente y vivir uno de los mejores experiencias del año. Estas son las emociones que solo se pueden sentir aquí.
Si nunca te has dicho a ti misma “Soy una corredora de maratón”, secándote las lágrimas de felicidad en la línea de meta, entonces es que no has descubierto todavia un lugar en tu corazón. Cerca del Forum, conocí la Nike Box, un espacio único para el deporte, la creatividad y el apoyo mútuo, en el que puedes elegir cualquier entrenamiento y emprender tu camino hacia nuevas metas deportivas, desde una maratón hasta carreras en grupo con un entrenador (y que es gratuito si stás registrada en la aplicación)
Después de correr una maratón y entrenar en el Nike Box, mi cuerpo quería acostarse, pero decidí que era hora de ver qué había alrededor de Barcelona, y como una de mis formas favoritas de viajar es la bicicleta, me subí a una vieja bicicleta de carretera, que me regaló el dueño del apartamento, para llegar hasta Montserrat, a pesar de mis piernas cansadas.
Si piensar ir hasta allí en bicicleta ¡prepárate para subidas difíciles, descensos empinados y vistas increíbles! Con tiempo para seguir el camino y mirar alrededor, hice toda ruta desde Barcelona, unos 60 km ida y vuelta y fue genial!
¿Qué más he logrado hacer en estas 2 semanas?
- Me he quemado por el sol, porque es imposible evitar lo atractivo que es correr frente al mar.
- Juego al fútbol con un equipo del barrio (gracias a mi casero ,que me recuerda todos los jueves que es día de entrenamiento). Esspero mis botas de fútbol que han de llegar pronto desde Moscú.
- Aprendí a ir en escúter, comprar verduras e incluso recibir una sandía de regalo del frutero (quien me enseñó unas palabras en paquistaní). He conocido la zona del Estadio Olímpico, visto la puesta de sol detrás de las colinas, dibujado mis primeros bocetos, aprendido a cocinar barbacoa y la verdadera paella española.
- Me he acostumbrado al grito agudo de los loros desde el mandarinero, cuando no están atrapando flores de cerezo y de manzano, visto el amanecer en la playa y caminado más de 150 km.
Por supuesto, estar lejos de casa y de tus amigos es difícil, pero, al estar rodeada de colegas estoy segura de que no voy a estar ni triste ni aburrida en los próximos más de 11 meses de mi proyecto.
Kate
El proyecto ‘Volunteering for Peace‘ cuenta con el apoyo del programa Cuerpo Europeo de la Solidaridad de la Comisión Europea.