El proyecto “Sustainable, Healthy, Inclusive Non-formal Education for Youth”, ha sido un programa que tenía como principales objectivos discutir la elección de los alimentos como un factor importante para la sostenibilidad ambiental, profundizar en la importancia de cocinar nuestros propios alimentos como factor clave para nuestra buena salud y abordar el tema de los trastornos alimentarios creando un espacio seguro donde podamos reflexionar sobre los estereotipos sociales.

Este proyecto ha tenido lugar en Petrohan, un paso de montaña que conecta Sofía con  el noroeste de Bulgaria. Los países participantes han sido Albania, Turquía, Bulgaria, Romania y Cataluña. Aún así, también han participado personas provinentes de Egipto e India que ya estaban haciendo allí otro voluntariado.

Los primeros días nos centramos en actividades de teambuilding para conocernos un poco más y crear un ambiente comfortable. Los juegos nos ayudaron a trabajar en equipo y establecer una buena dinámica de grupo. En algunas actividades, compartimos detalles personales y sensibles de nuestras vidas, lo cual fue significativo para todos nosotros. 

A partir de allí, empezamos a trabajar sobre los diferentes tipos de alimentos y la importancia de una buena dieta. Nos dimos cuenta de que no estábamos lo suficientemente informados y aprendimos cómo combinar los ingredientes de una forma correcta y equilibrada. También descubrimos los antecedentes de los alimentos que consumimos todos los días y su envasado/procesado.

Otro de los aspectos que trabajamos fue valorar la consciencia que tienen los jóvenes sobre el impacto de la industria alimentaria en el medio ambiente y nuestra salud, así como sobre los enfoques de sostenibilidad en la producción y el consumo de alimentos. Además, aprendimos los conceptos nutricionales y la importancia de combinar los alimentos de una forma equilibrada. 

También hicimos una ruta por la montaña, llegando al punto más alto de una de ellas donde podimos disfrutar de grandes vistas, tomar fotos con el grupo y disfrutar de la nieve que había.

Descubrimos que la flora y fauna son muy importantes para la naturaleza y para las personas, y que la contaminación del aire es un problema enorme que afecta a todo el ecosistema. Entendimos que debemos cuidar del planeta para que el planeta pueda cuidarnos a nosotros.

Por las noches, realizamos diferentes presentaciones sobre las tradiciones, cultura y comida de los países participantes, permitiéndonos conocer y probar los productos más típicos de cada cultura.

En definitiva, ha sido una experiencia enriquecedora y gratificante, en la cual no solamente hemos aprendido sobre la importancia de la alimentación, sino también sobre la diversidad de culturas.