La Fundació Catalunya Voluntària forma parte desde hace más de 15 años de la organización internacional UNOY-United Network of Young Peacebuilders, red de entidades juveniles presente en 70 países de todo el mundo, cuyo principal objetivo es caminar hacia un mundo sin violencias ni conflictos armados y fortalecer los procesos de construcción de paz entre países y comunidades, cuya principal aportación es trabajar en red para que las personas jóvenes participen como líderes en iniciativas de formación, prevención y resolución de conflictos y que las entidades miembros de UNOY puedan apoyarse mutuamente.

UNOY promueve la educación para la paz y la justicia global como estrategia para que los/las jóvenes formen parte del proceso de toma de decisiones, para lo que es necesario incidir en el ámbito político y trasformar las relaciones de poder. Su experiencia es amplia y abarca diferentes contextos geográficos, modalidades y aspectos de los conflictos armados.

Declaración sobre la guerra en Israel y en Palestina

UNOY y  las más de 130 entidades miembros piden un alto al fuego inmediato, la salvaguardia de los civiles y el respeto del derecho internacional humanitario en Israel y en Palestina. La actual escalada de violencia no puede pararse de forma súbita después de décadas de ocupación ilegal de los territorios palestinos. Los acontecimientos recientes pueden comprometer todos los esfuerzos para lograr una solución pacífica y ya han resultado en una grave crisis humanitaria.

Por ello, la UNOY condena los crímenes infligidos al pueblo palestino en Gaza como son la privación de productos de primera necesidad, los bombardeos y el asedio. Estos actos, cometidos por el Gobierno israelí ante los ojos del mundo entero, constituyen una grave violación del derecho internacional y equivalen a un genocidio.

La UNOY también condena la violencia y los secuestros de civiles llevados a cabo por Hamás, que también constituyen una grave violación del derecho internacional humanitario.

La pérdida de vidas y la crisis humanitaria, particularmente en la Franja de Gaza, constituyen ahora más que nunca una situación profundamente angustiosa y trágica. El impacto del conflicto en las poblaciones civiles, incluidos los ataques contra zonas residenciales, familias e infraestructuras esenciales como son el agua, la electricidad, los alimentos y el combustible, supone una clara violación de los derechos humanos. La violencia sostenida y las privaciones que experimenta el pueblo de Gaza son indicativas de una crisis humanitaria que exige atención y resolución urgentes. El uso desproporcionado de la fuerza por parte de Israel, particularmente en zonas densamente pobladas, exacerba el coste humano e intensifica el sufrimiento de las personas civiles, especialmente jóvenes, niños y adolescentes. Las severas restricciones a necesidades básicas como agua, electricidad, acceso a Internet y alimentos agravan aún más los desafíos a los que se enfrentan las personas que viven en Gaza.

La situación empeora aún más por las difusiones de desinformación y deshumanización, incluidas las declaraciones de algunos líderes mundiales. El discurso del odio está contribuyendo a la escalada de tensiones y está exacerbando la ya terrible crisis humanitaria. Esto incluye a gobiernos que persiguen los derechos a protestar y la libertad de expresión. Abordar el discurso de odio y la desinformación requiere un esfuerzo colectivo de la comunidad internacional para promover la transparencia, la verificación de hechos, la presentación de informes confiables y la responsabilidad de los líderes. Los líderes mundiales, los medios de comunicación, los periodistas y las plataformas de redes sociales, en particular, tienen la importante responsabilidad de comunicar información de manera precisa y responsable, evitando declaraciones que puedan contribuir a la perpetuación de falsedades o inflamar aún más el odio, que toman la forma de una llamada a la erradicación de los palestinos y alimentando un estado  de “pregenocidio”.

Los ataques deliberados contra civiles y áreas protegidas según el derecho internacional deben cesar de inmediato.

-Pedimos a la comunidad internacional qué pare el derramamiento de sangre pidiendo activamente un alto el fuego y el levantamiento del asedio a Gaza.

-Pedimos al Gobierno de los Estados Unidos de América que deje de proporcionar ayuda militar a las Fuerzas militares de Israel.

-Solicitamos a la Corte Penal Internacional que inicie una investigación sobre los crímenes actuales cometidos.

-Pedimos la liberación de todos los rehenes restantes de Hamás, así como de aquellos detenidos arbitrariamente por Israel.

-Insistimos al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas porque cumpla su mandato y defienda los derechos humanos de todos los/las civiles, jóvenes, mujeres, hombres, niños y ancianos.

-Demandamos a los medios de comunicación que eviten difundir información errónea sobre el conflicto y representen los hechos con precisión.

-Pedimos el cese inmediato de los ataques y bombardeos de zonas residenciales y la adopción de decisiones jurídicamente vinculantes para poner fin a los crímenes cometidos diariamente contra civiles.

-Exigimos la implementación de las resoluciones internacionales, especialmente la RCSNU 2250, la RCSNU 1325 y las resoluciones emitidas por el Consejo de Seguridad relacionadas con la paz y la seguridad.

-Pedimos la intervención inmediata para garantizar la protección y la organización de operaciones urgentes de ayuda humanitaria para el pueblo palestino en Gaza, teniendo en cuenta las necesidades de los/las jóvenes y de las personas pacifistas. Las personas jóvenes están en el centro de las atrocidades y sus contribuciones siguen siendo cruciales en los procesos de ayuda humanitaria y de consolidación de la paz.

Si quieres acabar con las atrocidades en Israel y en Palestina, firma la declaración de UNOY aquí (en inglés):

 Para más información sobre esta campaña, puede enviar un email a pau@catalunyavoluntaria.cat