Croacia ha supuesto para mí una de las mejores experiencias de mi vida. Siempre me han gustado los voluntariados, he participado en varios campos de trabajo, nacionales e internacionales; sin embargo antes de irme a Croacia no estaba segura de ser capaz de formar parte de una experiencia así.
El trabajo fue sorprendentemente divertido, trabajabamos en un astillero, haciendo tareas para una asociación llamada Maritima Educare. Yo nunca he trabajado con madera, ni con herramientas, y fué todo un proceso de aprendizaje. Me sorprendió gratamente el cómo los voluntarios nos apoyabamos los unos a los otros, siempre había alguien dispuesto a enseñarte cómo utilizar un taladro o una sierra.
El lugar en el que estábamos era precioso, tuvimos suerte con el tiempo y nos pudimos bañar todos los días en la playa después del trabajo y reunirnos todos con la guitarra y alguna que otra cerveza. Desde mi balcón tenía todas las mañanas la suerte de contemplar unas vistas inmejorables, el salir del sol tras las montañas del Biokovo.
Esta experiencia me ha supuesto un gran crecimiento personal, así como la oportunidad de conocer la costa Dálmata y a un grupo de personas increíbles que ahora puedo llamar amigos.
Vista desde mi dormitorio al amanecer:
Paula Fernández Schiaffino