Llegué a Finlandia, en un pueblo llamado Kärsämäki, en julio del 2017. Sólo bajarme del autobús, después de unas 7 horas de viaje desde la capital Helsinki, ya vi que aquello no tenía nada que ver con una ciudad, al contrario había más árboles que edificios, pero a mí ya me gusta la naturaleza, los pueblos tranquilos, así que no me desagradó del todo. Era verano, había sol, pero eran las 7 de la mañana y hacía una rasca que yo pensaba, si hace este frío ahora, en invierno no sobreviviré.

Nuestra coordinadora nos vino a buscar y nos llevó a la casa, la que sería nuestra casa, durante esta estancia aquí en Finlandia. La verdad es que la casa fue una de las mejores cosas del pueblo haha ​​(muy grande, sin vecinos, lo único malo es que estaba a unos 20 minutos andando del pueblo, pero así hacíamos piernas).

Los 3 primeros meses se me pasaron bastante rápidos. Como era verano, organizaban bastantes acontecimientos en el pueblo, había la galería de arte abierta, ayudábamos en todo lo que fuera surgiendo en cuanto a eventos y cosas así, también llevábamos las redes sociales de la cooperativa, concretamente Instagram y Facebook, empezamos clases de finlandés, y, aunque es un idioma super complicado, tienen alguna palabra que se parece a alguna nuestra en catalán, eso me sorprendió.

Iba viajando siempre que podía porque aparte que me encanta viajar, conocer nuevos lugares y nuevas personas, sentía que necesitaba ir saliendo del pueblo para coger energía para continuar.

En septiembre empezamos a trabajar en un centro de discapacitados del pueblo, donde mi compañero Alberto hizo un mural en la pared con las siluetas de todos los clientes del centro:

Y yo les hice un vídeo para promocionar-se en Youtube y conseguir patrocinadores y más apoyo para el centro. Quedé muy satisfecho cuando, a pesar de no cobrar nada por hacer el vídeo y las horas invertidas, a las jefas les gustó mucho el vídeo y estuvieron muy agradecidas conmigo. Siempre es agradable que reconocían tu esfuerzo.

En octubre tuve, yo no diría una pequeña depresión, pero si una bajada de ánimo muy fuerte. No tenía ganas de hacer nada y notaba que este pueblo me estaba asfixiando, pero hubo dos cosas que me mantuvieron “a flote” como si dijéramos.

  1. La visita de mi hermana a finales de octubre. Con mi hermana nunca había tenido mucha relación, en plan de explicarnos todo o así, pero la semana que estuvo aquí fue como una transmisión de energía muy grande, supongo que la familia es la familia al fin y al cabo.
  2. El otro motivo fue la visita a casa en noviembre, ver a la familia, mis amigos, y notar el calor de tu ciudad. Creo que es muy importante si se hace un voluntariado por primera vez que se haga un viaje a la tierra de nacimiento para coger fuerzas de la familia y amigos, pero a partir de los 4-5 meses porque es cuando realmente empiezas a valorar la familia, las cosas que tenías en tu ciudad y que ahora ya no tienes, pequeños detalles como ir a tomar una cerveza con los amigos en una terraza, etc.

Llegó en diciembre, con la nieve, aunque no hacía mucho frío aún, yo diría que era por el cambio climático. Empezaron a llegar artistas, después de 6 meses en casa solos Alberto y yo. Bueno, solos! vino una artista española un mes, y había un profesor finlandés que vivía en la planta de arriba, pero casi no lo veíamos.

Diciembre se podría resumir como el viaje a Laponia, un lugar impresionante, con unos paisajes muy salvajes, donde pude ver ciervos salvajes por el bosque y, aunque estaba solo el día de mi cumpleaños, lo pasé en Santa Claus village , y estaba feliz, es un lugar que en épocas de Navidad tiene magia.

Y las cenas navideñas que hicimos en casa con las 2 artistas que estaban en ese momento, Denise, una chica alemana y Sari una mujer finlandesa, y con el marido de la Sari y con 4 amigos que vinieron a visitar a Denise, así que a pesar de estar lejos de casa celebré la Navidad con gente y con comida, como en casa!

Para fin de año, fui a una ciudad del sur, de las más grandes de Finlandia, donde había otras artistas de diferentes países de Europa y donde pude disfrutar del fin de año con compañía y fiesta.

En enero, llegó el frío de verdad, unos -10 era el pan de cada día. Hice mi último viaje a Estocolmo y ya me despedí del pueblo y la gente que me ayudó en mi estancia aquí en Finlandia y di por finalizada esta etapa de mi vida que nunca olvidaré.

En cuanto a anécdotas, seguramente lo que más me impactó fue el clima, el verano recuerdo que un día salimos del único bar que hay en el pueblo sobre las 2-3 de la noche, había un sol como si fueran las 10 de la mañana haha.

Y en invierno, recuerdo que un día fui a hacer la siesta, me desperté a las 3-4 y ya estaba oscuro, oscuro, y me miré el reloj en plan, me habré dormido hasta las 8h? Haha.

La verdad es que el clima aquí es lo que más me impactó, en cuanto en verano hay casi 3 horas de oscuridad, y en invierno casi no ves el sol porqué casi cada día está nublado y sobre las 3 oscurece, pero oscuro. A parte, la nieve llega sobre noviembre y se queda hasta abril o así. Casi no tienen verano, primavera u otoño, la gran mayoría del año es invierno.

También me impactó mucho el cielo, aquí el cielo es espectacular, parece que lo puedas tocar y ves colores muy bonitos, y cuando hay nieve las luces de la ciudad se reflejan en la nieve y se ve el cielo como de colores.

Y también, me impactó mucho que cuando viajaba por el sur del país, (mi pueblo estaba a la mitad del país más o menos), parecía otro país diferente. Por ejemplo, en el sur el cielo era más claro, se hacía de noche más tarde, no hacía tan frío, casi no había nieve, el sur es donde están todas las ciudades más grandes, y en cambio el norte, casi no hay población, Rovaniemi que es la capital de Laponia, es una ciudad muy pequeña, la cantidad de nieve que hay es considerable, el frío es mucho más gélido, se hace de noche antes.

Finlandia es un país que es muy grande pero casi no tiene población, ya que tiene unas condiciones climáticas duras, de la mitad del país al norte casi todo es bosque y lagos, y al sur, es donde se concentran las ciudades más grandes del país (Helsinki, Turku, Tampere…)

En resumen, ha sido una experiencia muy buena a nivel personal, ya que he vivido muchas experiencias nuevas y he salido de la zona de confort y vivir en otro país y solo, y viajar solo y conocer a muchas personas diferentes por el camino son cosas que siempre te hacen crecer como persona.

También estoy muy agradecido con las personas que me han ayudado en mi estancia aquí y que siempre he tenido apoyo de ellas, sobre todo quiero agradecer a Ira, Riikka, Ithasia y Denise.

Y en general, yo recomiendo al 100% una experiencia como ésta, tal vez no en un pueblo como éste tan pequeño, pero si la experiencia de ir a vivir fuera en el extranjero y pasar ratos muy buenas, otras no tan buenos , tener que espabilarte solo, darte cuenta que aunque estás lejos de casa tienes el apoyo de los de siempre gracias a la tecnología, que tendrás el apoyo de alguna gente local sin apenas conocerte, y que vivirás experiencias únicas que siempre recordarás.

Este es mi Instagram donde podrá ver algunas fotos de mi vivencia en Finlandia: @Onelife_tato

Toni Duran