La reciente reunión de SVE en Mollina fue una buena ocasión para tomarse un descanso del trabajo en la FCV y la agitada vida de Barcelona, para mirar hacia atrás en lo que sucedió hasta ahora en el programa y para percibir lo que podría/debería suceder en la segunda mitad del proyecto y qué potencial está más allá de eso. Contar con un gran número de participantes fue útil para obtener una perspectiva comparativa sobre las experiencias individuales de los voluntarios y la variedad/diversidad de los proyectos SVE. Durante las sesiones, analicé el proyecto SVE, los aspectos prácticos y recordé las tareas que aún están pendientes. La tutoría personal con el formador y las charlas y debates informales con otros participantes fueron los momentos con mejores resultados de aprendizaje y reflexiones más profundas para mí. Fueron buenas ocasiones para reflexionar también sobre mi proceso de aprendizaje y mi capacidad para aprender, mi rol como voluntario de SVE y, finalmente, sobre el valor de mis aportes y contribuciones para otros.
Los recientes acontecimientos en Barcelona me han conmocionado y, al mismo tiempo, han reforzado mi convicción de continuar mi camino de Paz. La construcción de Paz y la transformación de conflictos no son ideas nuevas, utópicas y poco realistas. Han sido practicadas durante siglos, funcionan y, hasta ahora, han demostrado ser las mejores herramientas que tenemos a nuestro alcance para superar la tensión y el conflicto. En solidaridad con los residentes de Barcelona, Cataluña y España, estoy firme en mi deseo de desarrollar y utilizar métodos de aprendizaje para la Paz, la empatía, la no violencia y la unidad.
Andrei